martes, 22 de septiembre de 2009

la verdad

Hola, amigos. Qué tal el verano. Todos más morenitos, mas tostados, pero no más quemados. Esto lo dejamos para Junio. Somos los mismos, los de siempre. Siempre puede ser algunos meses. Qué importa.Cuando hablamos del tiempo nos volvemos locos. Pero nosotros hemos sido creados en él y en él progresamos. Cuando acabe mañana ya hablaremos. Mientras tanto filosofemos: es un juego. Cuando el juego acabe nada habrá cambiado, pero yo, a lo mejor, seré algo distinto. Me gustaría tener más amigos, ese ser que siente contigo, pero soy un afortunado con los dos o tres que tengo.La puerta está abierta. Filosofar no es algo pedante, sino vital. Lo verdaderamente pedante es buscar la verdad, como nos han enseñado en la academia. Vamos a conformarnos con sentir. Siento el dolor, el placer, el amor, a Dios, (Lo pongo con mayúscula como Dios manda), la injusticia, el hambre. Yo no busco la verdad, porque existe le peligro de que cuando la encuentres ( y siempre la encuentras) te la apropies y un ser humano con la verdad en las manos es muy peligroso. ¿Te pongo algunos ejemplos? Uno nada más: pobres brujas de la Santa Inquisición. Sentir y describir, para que nos sintamos hermanos, semejantes en ese proyecto de vida que somos todos. Nadie encontró la verdad y el que dice que la encontró, miente y entonces dogmatiza y divide. No hay nada malo en enseñar tu mundo a los demás. Al fin y al cabo lo único que cambia son las formas, porque el contenido es el mismo. "Los mismos perros con distintos collares". Lo que yo siento, lo sientes tú. Mi dolor es el tuyo. Mis sueños también te ilusionan a ti. Entonces, ¿qué es lo que cambia? La forma y el modo. Pues de eso se trata de explicarnos lo unos a los otros la genuina forma que tenemos de sentir la vida. Filosofía: amor a la sabiduría. Mi abuelo era sabio cuando, frente a la lumbre, me explicaba su vida. Ahí empezó todo. Un abrazo. Juanjo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario